17 de Abril de 2024
L’Ecuyer es una de las principales referencias en lo que a educación clásica se refiere. Junto con su propia Fundación, la investigadora canadiense es autora un amplio elenco de libros, artículos y publicaciones y frecuenta como invitada y columnista espacios de grandes medios de comunicación nacionales.
El pasado 13 de marzo compareció ante la Comisión de estudio para abordar el uso de la tecnología por la infancia y la adolescencia en la Comunidad de Madrid. En su ponencia, la también colaboradora de la Universidad de Navarra no solo refutó un amplio listado “tecnomitos” orientados a la promoción de las pantallas en las aulas. También desplegó una amplia batería de argumentos para repensar el sentido de las mismas en la educación, ofreciendo soluciones profundas y concretas bajo una clara advertencia: la retirada de las pantallas en la infancia “no es una sugerencia o un consejo educativo”, sino una “recomendación de salud pública” cuyos estragos son cada vez más visibles.
Por “salud pública”: “Las pantallas deberían prohibirse en Infantil”
L’Ecuyer cita la “impulsividad, disminución de atención o vocabulario” entre los inconvenientes de la exposición de los niños a pantallas en edad temprana. Por esa razón, dice, “la Academia de Pediatría recomienda cero tiempo ante la pantalla entre los 0 y los 2 años, y menos de una hora al día entre los 2 y los 5 años”. Esta sentencia, junto con la de la Asociación Canadiense de Pediatría de que “ninguna evidencia apoya la introducción de la pantalla en la infancia“, sugiere que la recomendación de restringir las pantallas “no es un consejo educativo, sino recomendaciones de salud pública. Los criterios educativos deberían ser más restrictivos, pues la educación no busca evitar daño, sino aportar excelencia. Un colegio con pantallas en Infantil no es un colegio de calidad y el recurso a las pantallas debería estar prohibido en esta etapa”.